A lo largo del martes todas las reuniones del GTE-PK fueron suspendidas, en espera de las consultas sobre la solicitud del Grupo Africano de no convocar a los grupos del GTE-PK hasta que "el grupo de los números" (cuantificación de reducción y limitación de emisiones) concluyese su trabajo. Muchos delegados del GTE-PK fueron vistos, por lo tanto, deambulando por los pasillos, consultando los sms en sus móviles y el circuito cerrado de televisión, y en espera de noticias sobre cómo podría ser resuelta la situación. Ésta fue encontrada por la noche y el plenario del GTE-PK acordó allanar el camino para que las reuniones se reanudaran el miércoles.
Después de la sesión plenaria, las opiniones de los delegados son variadas. Un negociador del grupo de cuestiones forestales explica que había acudido a la reunión esperando que continuasen los avances logrados en Bangkok y, por lo tanto, se siente decepcionado con la suspensión, al tiempo que expresa su alivio porque el trabajo puede comenzar. Un delegado de un país en desarrollo analiza: "Todo esto le ha dado a esta cuestión crucial una mayor visibilidad, lo cual es obviamente algo bueno" Agrega: "En términos de tiempo perdido, sin embargo, no estoy seguro de que haya valido la pena". Otro delegado de país en desarrollo expresa la esperanza de que esta situación no tenga que repetirse.
Por otra parte, en el GTE-ACLP el día estaba lleno de consultas oficiosas. Un delegado, al salir de una reunión informal sobre cuestiones generales de mitigación comenta que sintió que el debate no había avanzado y que los países desarrollados y en desarrollo parecían mantener aún opiniones opuestas sobre si los marcos comunes de reducción debían ser discutidos o no.
El Presidente del GTE-ACLP celebró también consultas sobre la organización del trabajo. Delegados que salen de la sala describen la reunión como centrada en los resultados finales de las sesiones de Barcelona, con dos opciones sobre la mesa: o bien un único proyecto de texto de negociación que incluya todos los documentos oficiosos o bien un informe con los documentos oficiosos en forma de anexo.
Los debates también han girado sobre la forma documental del resultado final de Copenhague. Un veterano explica: "Parece casi imposible un acuerdo jurídicamente vinculante como resultado de la COP 15 , dada la falta de consenso y el escaso tiempo que queda." Se escucha a muchos, entre ellos a preocupados observadores, preguntarse en voz alta acerca de las alternativas. Un delegado especula que el resultado final podría ser "una decisión con un compromiso político para tomar medidas, pero que no descarte nuevas discusiones sobre un instrumento que sea jurídicamente vinculante", mientras que un delegado de un país en desarrollo parecía visiblemente frustrado con las pocas expectativas de Copenhague, subrayando que "los compromisos políticos no conducen necesariamente a acciones".
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