Fuentes: Reuters, The Associated Press
Después del "puñetazo en la mesa" de África del lunes, y respondiendo a las tesis de las naciones ricas que abogan por conseguir un "acuerdo políticamente vinculante" en Copenhague, porque sería demasiado tarde para lograr otra cosa en diciembre, los países en desarrollo insisten en Barcelona en que el nuevo pacto contra el calentamiento global debe ser jurídicamente vinculante, y no sólo un compromiso político.
Los acuerdos políticos "son de muy poco valor", dijo Lumumba Stanislaus Di-Aping, el presidente sudanés del Grupo de los 77 (países en desarrollo) + China.
"Nómbrame a algún político que haya dado a luz su manifiesto político", dijo. Y añadió Di-Aping que las naciones en desarrollo no aceptarán nada de los países ricos que no sea menos de un 40 por ciento de reducción de las emisiones de CO2 para el año 2020 (respecto a los niveles de 1990) . Sin esta reducción, "no habrá solución", dijo.
El primer ministro danés Lars Løkke Rasmussen dijo el lunes que "Estamos trabajando mucho para llegar a un acuerdo políticamente vinculante en Copenhague", a lo que el primer ministro sueco Fredrik Reinfeldt añadió el miércoles (después de reunirse con Obama en Washington) que es "simplemente imposible conseguir" un tratado jurídico de aqui a diciembre. La razón sería que el Senado de EEUU tiene atascada una ley sobre el clima, que mantendría las manos de Obama atadas, pese a sus buenas intenciones.
Sin embargo, los activistas por el clima no se resignan: "No estamos en Barcelona para sustituir al Protocolo de Kioto con un acuerdo político vinculante", dijo Tove Ryding de Greenpeace Internacional.
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