miércoles, 31 de marzo de 2021

Espera... ¿qué es el Banco Central Europeo y cómo puede ayudarnos a reconstruir para las personas, no para los contaminadores? (@350)

En este momento, el futuro de nuestra economía está siendo moldeado por el Banco Central Europeo y su presidenta, Christine Lagarde. 

Necesitamos asegurarnos de que su respuesta de emergencia a la crisis de Covid-19 apoye a los trabajadores, las familias, los servicios públicos y un verdadero Green New Deal. No deben apuntalar la industria de los combustibles fósiles y llenar los bolsillos de los directores ejecutivos multimillonarios.

lunes, 29 de marzo de 2021

La energía eólica cierra un 2020 récord en todo el mundo (@ambientumcom)



La poderosa implantación de las renovables en la matriz energética mundial sigue su curso, ajena incluso a turbulencias tan potentes como una pandemia. 2020 fue, de largo, el mejor año de la historia para la industria eólica mundial, que añadió 93GW de capacidad instalada (+53% interanual), hasta un total de 743GW.

La tendencia a la baja entre 2016 y 2018 ya se había roto en 2019, cuando la potencia instalada de este tipo de tecnología de generación volvió a repuntar, pero la subida de este año no tiene parangón en toda la serie histórica, según se desprende del informe anual del Global Wind Energy Council (una suerte de patronal del sector) publicado el pasado jueves.

El año del coronavirus fue también el año de las energías verdes. En España, donde supusieron el 44% de la producción y las emisiones de dióxido de carbono cayeron hasta su nivel más bajo desde que hay registros; y en el mundo, donde —en buena medida gracias al tirón de China y Estados Unidos— capearon el mayor temporal en años mucho mejor de lo que habría cabido esperar al inicio de la crisis sanitaria y económica.

Su buen comportamiento responde tanto al desplome en el coste de generación de la energía eólica y de la solar fotovoltaica (y del resto de tecnologías de nicho) como a la necesidad de los países de lograr un mix más verde para cumplir con los objetivos de emisiones de los próximos años.

Energía eólica

En el caso de la eólica, el tirón de las instalaciones en tierra fue clave en el buen comportamiento registrado en 2020: la recesión global no impidió que fuese el mejor año de la historia.

Mientras, para las marítimas (offshore, de enorme potencial —han duplicado su fuerza en los últimos años—, pero cuyo peso en el reparto sectorial sigue siendo minoritario) fue el segundo más prolífico en nuevas turbinas instaladas. Por países, China sumó más de la mitad de las adiciones de parques eólicos en el mundo —tanto en tierra como flotantes— y, con EE UU, sumó más de las tres cuartas partes de la nueva capacidad instalada global.

España, quinto país del mundo

En términos acumulados, España es el quinto país del mundo por capacidad eólica instalada tras China, EE UU, Alemania e India. Por regiones, Asia-Pacífico lidera la tabla con casi la mitad de los molinos en funcionamiento seguida a gran distancia por Europa (30%) y América del Norte (18%). El GWEC prevé que, en el próximo lustro, “la mayor parte del crecimiento” de esta tecnología provendrá del continente asiático, siempre con China a la cabeza.

Los 743GW que había instalados a cierre de 2020 permiten, según las cifras de la industria, evitar unas emisiones de 1,1 millones de toneladas de CO2, el equivalente a lo que emite cada año toda la región de América del Sur.

Con todo, la patronal subraya que el ritmo actual de crecimiento tendrá que duplicarse a corto plazo para que el mundo evite el peor escenario del cambio climático, aquel en el que el aumento de la temperatura media global rebasaría los 2º centígrados respecto a los niveles previos a la industrialización: los 93GW añadidos en un año récord como el pasado tendrían que pasar a ser 180GW en 2025. Para lograr el objetivo de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050, los volúmenes actuales tendrían que triplicarse hasta los 280GW anuales.

Redoblar sus inversiones en redes eléctricas

Un reto de gran magnitud para el que llaman a los Gobiernos a redoblar sus inversiones en redes eléctricas, eliminar burocracia y reformar el mercado energético para asegurarse de que se internalizan los costes sociales de los combustibles fósiles.

Y para el que se abre —en el informe presentado este viernes— a la colaboración con las grandes petroleras y gasistas, que en lo últimos años han redoblado su apuesta por esta tecnología ante el agotamiento de su modelo de negocio tradicional; y a su asumir una participación destacada en el desarrollo del hidrógeno verde, uno de los vectores incipientes con mayor futuro en el campo de la energía.


viernes, 26 de marzo de 2021

No llegamos al objetivo de reducción de emisiones (@ambientumcom)


Dicen que nadie puede hacerlo solo, pero todos podemos hacer algo. La reducción de emisiones y el freno al cambio climático es responsabilidad de todos, no de unos pocos. Es más, de nada sirve que unos países tengan establecidos unos objetivos de reducción de emisiones si no los cumplen o, en el caso de que los cumplan, otros ni siquiera tienen este propósito y emiten más gases de efecto invernadero.

En la lucha por la conservación del medio ambiente y freno del cambio climático necesitamos que todos los países arrimen el hombro y reduzcan sus emisiones porque, recordemos, el planeta Tierra es el hogar de todos nosotros.

A finales de 2020 se cumplieron cinco años de la firma del Acuerdo de París por el que 197 países suscribieron un pacto con un objetivo muy claro: evitar los peores impactos de la crisis climática. Una de las principales metas a cumplir era conseguir un aumento de la temperatura global por debajo de los 2°C de promedio. Por otro lado, también se comprometían estos casi 200 países a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 5% por debajo de los niveles de 1990.

Necesitamos reducir las emisiones

Sin embargo, estamos muy lejos de estos objetivos y hace unas semanas la ONU dio a conocer una evaluación de los 48 planes nacionales de reducción de emisiones presentados para finales de 2020.

Este informe es una alerta roja para el planeta, ya que pone en evidencia que los gobiernos ni siquiera se acercan al nivel de ambición necesario para limitar el cambio climático con lo acordado en el Acuerdo de París. Aunque la mayoría de los países han aumentado gradualmente su ambición, el impacto lo lleva a lograr solo una reducción del 1% de las emisiones para el año 2030 en comparación con los niveles de 2010.

Según el análisis realizado por Climate Action Tracker, las principales economías han presentado sus objetivos, pero solo Reino Unido, la UE, Argentina Chile, Noruega, Kenia y Ucrania han mejorado. Sin embargo, Corea del Sur, Japón, Rusia, Nueva Zelanda, Suiza y Australia no han conseguido mejorar los planes planteados en 2015.

Así, todas las esperanzas están puestas en EE. UU. y China, de quienes se esperan planes más estrictos, ya que ambos representan el 30% de las emisiones mundiales. Será el próximo 22 de abril cuando presenten sus planes en la cumbre climática organizada por EE. UU.

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático advierte que los rangos de reducción de emisiones para cumplir con el objetivo de temperatura acordado en el Acuerdo de París, deberían ser un 45% más bajos si se quiere evitar que la temperatura del planeta aumente 2 °C.

Fuente: STOP CAMBIO CLIMÁTICO

martes, 23 de marzo de 2021

Peor de lo esperado: tipping points superados, y Gaia en peligro (5): Viaje por una cadena de colapsos (@FerranPVilar)

 “Es posible que hayamos cruzado ya el umbral de una cascada de puntos de inflexión interrelacionados … estamos viendo cambios potencialmente irreversibles en el sistema climático en curso, o muy próximos.” – Timothy Lenton903  


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Índice de la serie general



Fig. 18. Gráfico de muestra la corriente termohalina y los subcomponentes actualmente
más sensibles a TP. Pulsar para pantalla completa
[Fuente: National Geographic ref: 904]. Pulse y disfrute con la animación.

lunes, 22 de marzo de 2021

#COP26: una primera (y alarmante) evaluación de las ambiciones climáticas de los países signatarios

Si bien la COP 26 comienza en noviembre en Glasgow, los países signatarios del Acuerdo de París tienen solo unos meses para presentar sus nuevas ambiciones climáticas revisadas al alza. Este es uno de los grandes desafíos de la nueva edición de la conferencia internacional. La ONU publicó a finales de febrero un resumen de las primeras Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) realizadas. El récord está lejos de estar a la altura.

A diciembre de 2020, solo 75 países de los 200 signatarios del Acuerdo habían presentado la actualización de su ambición climática. Representan alrededor del 30% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Si bien el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) aboga por una reducción del 45% en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en comparación con los niveles de 2010 para lograr el objetivo de 1,5 ° C, el impacto combinado de los END totaliza una reducción de menos del 1%. Aunque la mayoría de las naciones han aumentado sus ambiciones.

"Este informe preliminar es una alerta roja para nuestro planeta", advirtió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.  Demuestra que los gobiernos están lejos de haber alcanzado el nivel de ambición necesario para limitar el cambio climático a 1,5 grados y lograr los objetivos del Acuerdo de París " .Antes de que se celebre la COP 26 el próximo noviembre, los países signatarios del Acuerdo de París están llamados a presentar objetivos climáticos más elevados. La evaluación preliminar de estas ambiciones, publicada por la ONU a finales de febrero, es alarmante. Si bien las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse en un 45% para 2030, los primeros 75 países que han establecido sus ambiciones solo permiten que las emisiones se reduzcan en aproximadamente un 1%.




¡ACCIÓN! Las macrogranjas envenenan el agua

jueves, 18 de marzo de 2021

¿Por qué está fracasando el Acuerdo de París? (@ambientumcom)


El Acuerdo de París es un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante. Fue aprobado y firmado por 189 países el 12 de diciembre de 2015 en la COP21 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), adoptada en Nueva York el 9 de mayo de 1992.

Pero el Acuerdo de París no ha entrado en vigor hasta el pasado 1 de enero de 2021, cinco años después de su aprobación. La excusa era que la segunda fase del Protocolo de Kioto finalizaba el 31 de diciembre de 2020.

Acuerdo de París: ninguna reducción de emisiones en tres décadas

El objetivo principal del tratado es mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales –período: 1850-1900, definido en el 2018–, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C. Para ello, los países se proponen disminuir al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) lo antes posible para lograr un planeta con neutralidad climática en el año 2050.

En 30 años de esfuerzos políticos y diplomáticos, toda una generación, las emisiones han continuado aumentando año tras año. En el 2019, las emisiones mundiales de GEI volvieron a aumentar y se situaron en un máximo histórico: 52,4 GtCO₂e sin incluir las emisiones derivadas del cambio de uso de suelo, y 59,1 GtCO₂e si se incluyen.

Las concentraciones de CO2 siguen aumentando. La estación de Mauna Loa, en Hawái, que se utiliza como estación de referencia, registró una concentración media de CO₂ de 416,75 ppm en febrero de 2021, frente a los 414,34 ppm en febrero de 2020.

Escasos esfuerzos por mejorar el Acuerdo de París

Una parte fundamental del Acuerdo de París son las contribuciones que cada país individualmente debe establecer –de forma totalmente voluntaria–, denominadas contribuciones determinadas a nivel nacional (Nationally Determined Contributions, NCD).

En el artículo 3 del tratado se pide que sean “ambiciosas”, “representen un progreso a lo largo del tiempo” y se establezcan “para conseguir el propósito de este Acuerdo”. Las contribuciones deberían tener una actualización cada cinco años y ser registradas en la Secretaría de las UNFCCC.

Las primeras NCD se presentaron en noviembre de 2015. Los esfuerzos de reducción de emisiones que contemplaban eran insuficientes para limitar el aumento de la temperatura mundial en este siglo por debajo de los 2℃.

El pasado 26 de febrero de 2021, el CMNUCC presentó el informe de síntesis de las renovadas NCD, presentadas el 31 de diciembre de 2020. Solo se han incluido 48 contribuciones nuevas o actualizadas de únicamente 75 países, que suponen aproximadamente el 40% de las Partes del Acuerdo de París y representan únicamente el 30% de las emisiones globales de GEI. Su actualización en el año 2020 era un acto de responsabilidad y compromiso. Como se puede constatar, el esfuerzo de mejora es totalmente insuficiente.

¿Cuánto deberían reducirse las emisiones?

Los informes del Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas indican que las emisiones mundiales de GEI deberían bajar un 7,6% cada año entre 2020 y 2030 para que la humanidad estuviera en camino de contener el aumento de temperaturas en 1,5℃.

En el reciente informe Net Zero Economy Index 2020 de la consultora PwC, se señala que este esfuerzo debería ser del 11,7%. A su vez, en un artículo publicado este mes de marzo en Nature Climate Change por los responsables del proyecto Global Carbon Project, se indica que el esfuerzo de reducción debe ser 10 veces superior al realizado en los últimos años.

Según las tendencias actuales, la probabilidad de permanecer por debajo de los 2℃ de calentamiento es solo del 5%. La tasa de reducción de emisiones de las contribuciones determinadas a nivel nacional debe aumentar en un 80% para cumplir con la meta de 2℃.

Se nos acaba el tiempo

Mientras tanto, de una forma lenta pero cada vez más progresiva, la sociedad civil, las empresas, el sistema financiero, etc. están tomando decisiones y poniendo objetivos para reducir sus emisiones.

Lo hacen con mayor o menor intensidad; en un marco con fuertes diferencias, enfoques y planteamientos; algunas con una intención de green washing, pero asumiendo como referencia el Acuerdo de París. Muchas, incluidas las compañías petroleras y del gas, se plantean esfuerzos importantes para el año 2030. Empiezan a ser conscientes de que su ciclo de vida ha empezado a terminar.

El tiempo de respuesta se acaba y el clima no espera. Se debe alcanzar la neutralidad climática para el año 2050, pero los esfuerzos necesarios entre el 2020 y 2030 son claves.

Los compromisos presentados a finales del año pasado representan tan solo una reducción del 1% de las emisiones en 2030 respecto a los niveles de 2010. El IPCC ha sido claro en establecer que esa reducción global para el año 2030 debería ser de al menos el 45% para tener poco más de la mitad de las posibilidades de ser capaces de limitar el incremento de la temperatura global a 1,5℃ .

Entre los 75 países que sí han cumplido con el requisito de 2020 están los miembros de la Unión Europea y el Reino Unido –con objetivos claramente mejorables–. No están China y Estados Unidos, cuyas emisiones suponen del orden del 40% de las emisiones totales.

La renovación de los compromisos en 2020 muestra con rotundidad lo lejos que están los gobiernos de querer cumplir el objetivo del Acuerdo de París, que firmaron tan solemnemente hace ya cinco años; y de asumir sus obligaciones. Son los principales responsables de que el Acuerdo de París esté fracasando.


martes, 16 de marzo de 2021

¿Por qué nos cuesta actuar contra el cambio climático? (@ambientumcom)


Recientemente, los investigadores Emilio Muñoz y Jesús Rey hablaban de una “pandemia ambiental”. Su pretensión, como la de tantas personas que escribimos sobre el asunto, es mover a la acción para paliar el cambio climático. Los autores invitan a la reflexión sobre las posibles consecuencias negativas del calentamiento global para nuestra evolución biológica y social. Pero ¿es eficaz esta estrategia? ¿Puede la mera reflexión empujarnos a actuar o es necesario algo más?

El problema de la atención contra el cambio climático

El primer paso para incitar a la actuación contra el cambio climático consiste en atraer la atención hacia él. Como saben bien quienes se dedican a la publicidad, o a la comunicación en general, eso no resulta sencillo. Los mecanismos más eficaces son los que recurren a nuestras respuestas automáticas: un sonido fuerte, un aspecto extravagante, unas palabras punzantes.

El problema es que la sorpresa o el susto se desvanecen en instantes. Si se quiere mantenerlos, hay que ir incrementando el nivel de estímulo, porque el umbral de sensibilidad va subiendo. De ahí que, para hacer frente a la fatigosa tarea de retener la atención, se haya desarrollado una disciplina novedosa y lucrativa, la captología. Pero la atención no basta para afrontar la crisis climática: también se precisa que despierte interés.

Cambio climático: los límites del interés

Dice la RAE en su diccionario que interesar puede entenderse, primero, como “dar parte a alguien en un negocio o comercio en el que pueda tener utilidad o interés” y, segundo, como “hacer tomar parte o empeño a alguien en los negocios o intereses ajenos, como si fuesen propios”.

Crisis climática: las recientes sequías europeas son las peores en 2.000 años (The Guardian)

 

lunes, 15 de marzo de 2021

Peor de lo esperado: tipping points superados, y Gaia en peligro (3): Más allá del TP global (Ferran P. Vilar)

15/03/2021 por Ferran Puig Vilar


No van a ser las mismas condiciones climáticas de ahora con solo un poco más de calor o un poco más de lluvia. Estamos frente a un proceso en cascada fuera de control.”– Will Steffen

Índice de la serie general

Hasta aquí hemos visto la evolución de distintos TP (algunos de ellos definidos con cierta laxitud, aunque aceptada854 como si fueran sistemas aislados y relativamente simples. Pero sabemos que los distintos subsistemas del sistema climático están interconectados y que el sistema climático de la Tierra es un sistema complejo. En el paper "Globally networked risks and how to respond" publicado en Nature en 2013, leemos:

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domingo, 14 de marzo de 2021

COP26: ninguna confianza y más urgencia que nunca (Alianza por la Emergencia Climática en Aragón @aragonAEC)


La Cumbre de la Tierra tuvo lugar en 1992 en Río de Janeiro. En ese momento, con el acuerdo internacional de reducir los gases de efecto invernadero, se dio inicio a las conferencias de las partes de la convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, la COP. Desde 1994, la COP se reúne anualmente para revisar el desarrollo de los compromisos en materia de cambio climático y reducción de emisiones. Sin embargo, a pesar de todas esas reuniones, las emisiones no han dejado de aumentar.

En diciembre del 2019 pudimos vivir lo que significó la COP25 que se realizó en Madrid. Vimos cómo la cumbre oficial fue un escaparate de las empresas más contaminantes mientras las negociaciones eran incapaces de llegar a ningún acuerdo a la altura de las claras indicaciones del IPCC: es necesaria una reducción de las emisiones a nivel global en un 55% para el 2030.

Parece prácticamente imposible que estos objetivos se logren mientras los dogmas del crecimiento económico, el máximo beneficio para una minoría y el reparto desigual de los recursos, sean los dominantes. Durante los días en los que transcurría la COP25, miles de personas nos juntamos en la Cumbre Social por el Clima celebrada en la Universidad Complutense, donde se pudo escuchar el cuestionamiento estructural de este sistema económico y social que nos conduce hacia un planeta en llamas.

Tenemos muy poca, por no decir ninguna, confianza en lo que pueda salir de la COP26. Dudamos de que se adquiera ningún compromiso que se salga de las lógicas que nos han conducido hasta esta situación de emergencia climática. Pero, al mismo tiempo, lograr ese cambio de rumbo es más urgente que nunca. Por eso, los movimientos ecologistas y por la justicia climática nos vemos obligados a intensificar nuestra actividad.

El ciclo de charlas que llevará a cabo la Alianza por la Emergencia Climática de Aragón, en colaboración con Geoforo por una Nueva Cultura de la Tierra, que tendrán lugar todos los últimos jueves de cada mes, hasta mayo, es un primer paso en este sentido. Necesitamos conocer la magnitud del reto al que nos enfrentamos, y también necesitamos dar saltos de escala en la movilización social. Las décadas que se abren van a ser absolutamente decisivas para lograr las transformaciones profundas imprescindibles para evitar el caos climático que ya empezamos a experimentar. Nos jugamos demasiado, y debemos estar a la altura. 

Enlace

viernes, 12 de marzo de 2021

El clima invernal extremo causa apagones en EE. UU. - Observatorio de la Tierra NASA

Un potente sistema de clima ártico enfrió gran parte de los Estados Unidos con un clima gélido a mediados de febrero de 2021, rompiendo récords de bajas temperaturas en el centro del país. El frío extremo combinado con varias tormentas de nieve y hielo dejaron a millones de personas sin electricidad.

Texas se vio particularmente afectado. Según informes de noticias, la escasez de gas natural ya estaba limitando la generación de energía en Texas antes de la tormenta de mediados de febrero. La demanda se intensificó después de que la masa de aire polar se moviera el 13 de febrero, y los cortes controlados y las líneas eléctricas caídas dejaron partes del estado en la oscuridad.

https://earthobservatory.nasa.gov/images/147941/extreme-winter-weather-causes-us-blackouts

Imagen


martes, 9 de marzo de 2021

Contra el Cambio Climático (y otras canciones sobre medio ambiente)

 #CCC

Contra el Cambio Climático (y otras canciones sobre medio ambiente) / Confronting Climate Change (and another songs about environment)

Excucha aquí: https://j.mp/2OejzYB



lunes, 8 de marzo de 2021

Haciendo trampas al clima #crisisclimática #TrampasContraElClima

¿Por qué la #crisisclimática sigue empeorando si supuestamente todos y todas, empresas, corporaciones, instituciones, ... incluidas; hacemos nuestra parte?